viernes, 30 de enero de 2015

Bandidos en la patagonia


Bandidos en la Patagonia

La Patagonia fue el territorio elegido por algunos de los famosos bandidos norteamericanos para refugiarse en su huida. Su vida aquí no pierde los rasgos de leyenda que los caracterizó en su patria natal. Conozca algunos de los hechos de su vida patagónica.


Butch Cassiddy & Sundance Kid

Los famosos bandoleros estuvieron en la Patagonia Argentina a principios del siglo veinte, y semejante leyenda ha sido debatida en un simposio en Trevelin, localidad en la zona andina de la Provincia de Chubut.



A mediados de septiembre pasado se realizó en Trevelin, Provincia de Chubut, el “Segundo Simposio Internacional sobre los bandidos Norteamericanos en la Patagonia”. Es que por estas tierras pasaron los famosos bandoleros Butch Cassidy y Sundance Kid, constituyendo hoy una leyenda patagónica.

No es casual que eligieran esta zona; la semejanza de la Patagonia con el lejano oeste Norteamericano es muy grande: enormes extensiones de nada, polvo, silencio, cielos negros y -al menos en aquella época- incontables posibilidades de asaltar bancos sin ser atrapados dado, precisamente, lo extenso del territorio y la ineficacia policial.

Probablemente el espíritu de aventura tuvo mucho que ver en la decisión de estos bandidos. En 1901 desembarcaron en la ciudad de Buenos Aires justo en el barrio de La Boca, muy cerca del que ahora es un paseo turístico por excelencia: “Caminito”. Lo hicieron con Etta Place.
Estuvieron poco más de un mes en Buenos Aires -se alojaron en un hotel de Cangallo y 25 de Mayo, cerca del puerto- y entablaron relaciones con la familia Newbery, tío y padre del célebre aviador, dedicados a la odontología. Fueron ellos quienes les aconsejaron radicarse en la Patagonia. Así lo hicieron.

Antes de partir de los Estados Unidos la pareja realizó un gran robo, y parte de ese dinero lo trajeron a estas tierras. La tarde del 19 de septiembre de 1900 asaltaron el First National Bank. Hay quienes aseguran que el botín llegaba a los 32.000 dólares de la época.

El prontuario de Butch indicaba que había sido liberado de prisión por un indulto gubernamental, en tanto que Sundance se había fugado de la cárcel. Según recuerda el historiador Francisco N. Juárez, en un artículo publicado en la revista española “Co&Co”, no tenían antecedentes por asesinato.

Su primer viaje con destino a la Patagonia fue en tren. Estuvieron en la estación Limay (Cipolletti) del Ferrocarril Sur y le pagaron al chileno Francisco Albornoz para que los llevara hasta la colonia galesa 16 de Octubre.
Butch Cassidy nació el 13 de abril de 1866 en Beaver, Utah, y su verdadero nombre era Robert Leroy Parker. Sundance Kid lo hizo en Phoenixville el 19 de abril de 1868 y se llamaba Harry Longbaugh. En la Argentina, sus nombres habrían de cambiar una vez más. Kid pasaría a ser conocido como Henry Place y Cassidy como Santiago Ryan.

El primer asalto que puso en evidencia su paso por el sur se produjo el 14 de febrero de 1905 a las 15 en el banco de Londres y Tarapacá deRío Gallegos. En esa oportunidad se llevaron 20.000 pesos y una pequeña caja con libras esterlinas.

Un par de años más tarde, Ryan y Place reaparecieron en Cholila como socios, llevando a la zona caballos y ovejas. Instalaron allí un negocio de campaña y dejaron como encargado a un inglés apellidado Moore. En 1907 se produjo un nuevo asalto, esta vez al Banco de Villa Mercedes.

Sin dejar demasiados rastros, Cassidy, Kid y Etta dejaron la Patagonia y se marcharon a un lugar más inhóspito, donde encontraron la muerte.

El 7 de noviembre de 1908 fueron abatidos por la milicia boliviana en el poblado de San Vicente.

(Extractado de la nota realizada por Carlos Torrengo y Claudio Andrade para el Diario Río Negro)


Bandidos del far west
La historia de Butch Cassidy y de Sundance Kid en la Patagonia bien pudo haber sido sacada de una producción western de Hollywood de los ’50. No lo fue, pero sí se han hablado toneladas de las andanzas de estos dos legendarios forajidos en los desiertos sin ley del oeste norteamericano, hasta que debieron huir hacia nuevos pagos. En el sur argentino encontraron un hábitat ideal para repetir las epopeyas del far west. Grandes extensiones de nobody´s land, tierras de pioneros, suelos aptos para la ganadería, escasa vigilancia policial, amenaza de “salvajes“ nativos, vientos rigurosos, polvo en el aire…


…Pero más atrás y más arriba hay que situar la historia. Los norteamericanos Robert LeRoy Parker y Harry Alonzo Longabaugh se conocieron en 1897. Eran conocidos como Butch Cassidy y Sundance Kid, y formaban parte de la temiblebanda de asaltantes de bancos y trenes Wild Bunch. Acosados por los sabuesos de la agencia de detectives Pikerton que no les perdía pisada, y también por la enorme cantidad de afiches que ofrecían jugosas recompensas al que los entregase a la justicia estadounidense “vivos o muertos”, los bandoleros debieron hacerse una vía de escape. Huyeron hacia el este y en Nueva York, junto aEthel Place (Etta), la novia de Sundance, se embarcaron en el buque Herminius, destino Sudamérica. Meses después llegaron a Buenos Aires, donde pararon en un hotel por un tiempo hasta que marcharon a la Patagonia. Corría el año 1902.

En Buenos Aires habrían sido ayudados por Ralph y George Newbery, vicecónsules honorarios de Estados Unidos. Ellos alentaban el asentamiento de una colonia de habla inglesa en la Patagonia. Butch, Sundance y Etta se afincaron en un rancho en Cholila, provincia de Chubut. Se organizaron de la mano de Butch, el más diestro para las faenas de campo y manejo de caballos. Hacia 1905 llegaron a tener 900 vacas, 1500 ovejas y 40 caballos. La propiedad de 6.000 hectáreas incluía una gran caballeriza y cuatro establos.

Los delincuentes debieron adoptar identidades falsas para evitar inconvenientes con la justicia. Así,Butch Cassidy se hizo pasar por Santiago Ryan mientras que Sundance Kid era conocido en el pueblo como Harry Place, hermano ficticio de Etta.
Al poco tiempo de instalados, los prófugos norteamericanos se invistieron de gran prestigio y respeto entre los ganaderos vecinos, debido a la velocidad con que avanzaba su actividad económica, las buenas relaciones salariales que entablaban con sus trabajadores y su compromiso con la vida social del pueblo. Incluso Etta se convirtió en una figura distinguida y respetada por su autoridad al hablar, montar y disparar. Siempre con la pistola en el cinto, siempre dispuesta a enfrentar con firmeza a los ladrones que revoloteaban por la zona.

Mientras los forasteros se adaptaban a su nueva vida en la Patagonia, la agencia Pikerton les pisaba los talones. Una foto del Wild Bunch había llegado a sus manos en Buenos Aires, lo cual facilitó la
investigación. Al enterarse del presunto paradero de los bandidos, envió al agente Frank Dimaio para que los arrestase, pero las pesadas lluvias impidieron el traslado por los precarios caminos que en esa época comunicaban las distintas regiones con la capital.

El 14 de febrero de 1905 se sucede un atraco por el valor de 100.000 dólares al banco de Londres y Tarapacá, en Río Gallegos (Santa Cruz). Pese a que no fueron identificados durante el robo (y los relatos de los historiadores que se dedicaron a reconstruir la historia discrepan en este punto), las versiones apuntaban cada vez con mayor fuerza contra Cassidy y Kid.

El gobernador de Chubut Jorge Lezana dio la orden de arresto, pero antes de que pudiera ser ejecutada, el sheriff Edward Humphreys, un argentino-galés amigo de los norteamericanos les advirtió del pedido de captura. De tal suerte, los prófugos apuraron la partida. Vendieron la propiedad en Cholila a la compañía Cochamó de Chile y cruzaron los Andes en busca de un refugio más seguro.




En algún momento de la larga fuga, Etta abandonó a los dos hombres y retornó a San Francisco. Lo que no se sabe es si fue o no acompañada por Sundance. Hay muchos rumores y versiones que involucran a los dos bandidos en robos en Chile y Argentina, pero la historia recién sale de las penumbras hacia 1908, cuandoButch y Cassidy trabajaban para empresas mineras en los Andes centrales bolivianos.

Allí los bandoleros habrían dado su último golpe: el asalto a una remesa de una mina. Huyeron hacia el norte, pero el 6 de Noviembre de 1908, al parecer, fueron alcanzados y acribillados por el Ejército Boliviano en el pueblo de San Vicente.

En el Simposio llevado a cabo en Trevelín en 1999 acerca de la vida de los forajidos en la Patagonia, el historiador argentino 

Marcelo Gavirati y los investigadores norteamericanos Anne Meadows y Daniel Buck coincidieron en esta hipótesis del final de los bandoleros ya que no hay registros de correspondencia después de aquel 6 de noviembre de 1908, como sí se tiene constancia de cartas recibidas de parte de ellos en fechas anteriores.


Más allá de las pruebas a las que lleguen los investigadores, Butch Cassidy y Sundance Kid siempre serán en estas tierrasleyendas del western patagónico.

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