martes, 30 de enero de 2018

Infografías

¿Qué es una infografía?

La Infografía es una combinación de imágenes sintéticas, explicativas y fáciles de entender y textos con el fin de comunicar información de manera visual para facilitar su transmisión.

Además de las ilustraciones, podemos ayudar más al lector a través de gráficos que puedan entenderse e interpretarse instantáneamente.

Aunque los cuadros gráficos tienen una existencia que data de muchísimos años atrás, las infografías (del inglés informational graphics) han revolucionado el diseño, especialmente el periodístico y editorial. De acuerdo con Richard Curtis, director de fotografía y diseño de dicho diario, "la gente lee los gráficos primeros; algunas veces es la única cosa que leen".

Las infografías son tremendamente útiles y esenciales para representar la información que es complicada de entender a través del puro texto. Con un simple golpe de vista se puede entender hasta las cosas más complicadas, y además son más fáciles de asimilar y recordar.

Cuando el objetivo es explicar, los infográficos permiten que materias o contenidos muy complicados – que de usar elementos verbales se perderían en un cúmulo de palabras – puedan ser comprendidas de manera rápida y entretenida y sobretodo de forma muy visual que ayuda a la comprensión.

De esta forma, la información numérica, del tiempo, estadística y muchas otras serán más efectivas siendo ilustradas que mediante el puro uso de texto. Además, sirven de elementos diferentes que permiten otorgar mayor variedad y agilidad a la diagramación y pueden ser adecuadamente combinadas con textos y fotografías para maximizar la comprensión de lo que es está informando.

Un buen cuadro gráfico debe ser sencillo, completo, ético, bien diseñado y adecuado con la información que presenta. Para ello, hay que realizar previos bocetos que presenten diferentes posibilidades. Posteriormente, hay "que escoger la más apropiada de las ideas, aquella que más ayude al lector y que combine mejor con la información".

Las infografías pueden dividirse en las categorías de gráficos, mapas, tablas y diagramas.

Las aplicaciones más comunes de la infografía son: infografía periodística, infografía online, infografía arquitectónica, infografía instructiva, infografía cartográfica.

Escribir la historia con palabras e ilustrarla con dibujos es lo que debe hacer un buen infografista. Existen niveles para la catalogación de los infografistas y esto depende de sus habilidades para trabajar los gráficos. Actualmente, las computadoras Macintosh, con sus programas Freehand e Illustratior ayudan a organizar en ilustrar un gráfico con mucha mayor facilidad que hacerlo manualmente. Pero requieren de mucha habilidad, creatividad y pensamiento crítico. Igualmente de una capacidad para trabajar en equipo, pues "el artista, editor y computadora deben trabajar en armonía para obtener impactantes, llamativos y elaborados gráficos informativos". Y pensar muchísimo para desarrollar la creatividad y crear nuevas soluciones.

Cuando en el artículo encontremos las palabras o frases presupuesto, plan, acuerdo, expansión, cronología de losa acontecimientos, línea biográfica, cómo, qué, cuándo, dónde, puntos clave, datos clave, futuro, pasado, figuras, participantes, debates, pros y contras, quién es quién, quién está cerca, las víctimas, los héroes, catálogos, fotos, textos, organización, reorganización, caso policial, rutas de escape, guión del crimen, etc. pero, por supuesto, no hay que exagerar. No se trata de efectuar infografía cada vez que tengamos esos términos, pero por lo menos tendremos puntos de inicio.

Fuente: http://www.ofifacil.com/ofifacil-infografias-que-es-definicion-como-se-hacen.php

Ejemplos de infografías:










viernes, 26 de mayo de 2017



25 de Mayo 1810 - 2017



El 22 de mayo de 1810, se realiza la Asamblea con la presencia de los comandantes de los cuerpos militares, y de los vecinos más importantes de la ciudad. Allí se debatió la continuidad o no de la autoridad virreinal. La decisión a tomar no fue fácil pues existieron tres posturas en el debate:

a) Posición española, representada por el obispo Lué y Riega, quien sostenía que el virrey debía continuar en su cargo.

b) Posición del Cabildo, sostenida por el general Pascual Ruiz Huidobro, quien propuso que el Cabildo era la institución que debía asumir la conducción del gobierno y defender los derechos de Femando VII.

c) Posición de los criollos revolucionarios, representada por Juan José Paso, Juan José Castelli, y Cornelio Saavedra, entre otros, quienes propusieron que el pueblo debía asumir la soberanía y elegir un nuevo gobierno, facultad que podía asumir Buenos Aires en caso de urgencia.

Realizada la votación, se decidió que la soberanía pasaría al Cabildo con la finalidad de constituir una Junta de Gobierno. Es el fin del orden virreinal.

El día 23 de mayo, se le comunicó al pueblo el cese del virrey. El 24 de mayo, quedó constituida la Junta Provisional Gubernativa cuyo presidente era Baltasar Hidalgo de Cisneros. Los criollos no aceptaron al virrey en la Junta y renunciaron a sus cargos.


El 25 de mayo de 1810, reunido nuevamente el Cabildo, los “vecinos, comandantes y oficiales” hicieron conocer que el pueblo había reasumido la soberanía y solicitaron se anunciara que habían formado una Junta de Gobierno.







La formación de la Primera Junta de gobierno, el 25 de mayo de 1810, no significó solo la sustitución de nombres y de personas, sino un cambio de régimen.

El orden colonial ya no existía, pero el nuevo gobierno tenía dos grandes problemas que resolver: la independencia y la organización del nuevo país. ni hacer conocer lo sucedido en Buenos Aires, las nuevas autoridades organizaron una expedición que no sólo daría cuenta de lo ocurrido sino que también garantizaría la elección de representantes que, en poco tiempo más, formarían parte de una reunión general de todo el virreinato en Buenos Aires.

La junta gubernativa dispuso extender y legitimar su autoridad, además de reservar la unidad territorial en todo el virreinato.

Varías ciudades del interior aprobaron y reconocieron al nuevo gobierno, sin embargo Asunción, Córdoba y Montevideo no estuvieron de acuerdo, a pesar que el gobierno se presentó como heredero de la administración virreinal y leal a Fernando VII.

Esta oposición significó la guerra, que se abrió en distintos frentes, pues era necesario subordinar no sólo a los funcionarios españoles sino también a unos criollos, que desde tiempo atrás rivalizaban con Buenos Aires por diversidad de intereses o el desigual desarrollo económico y social.

La guerra por la independencia abarcó en un primer momento, desde 1810 a 1814 (fecha esta última de la restauración de Fernando VII en España) período durante el cual la península luchaba por recuperar su propia independencia de la invasión francesa y no podía entonces enviar a América hombres y elementos de guerra para sofocar los focos de contrarrevolución.

Los revolucionarios de mayo de 1810, sabían que era necesario ganar la guerra para que el nuevo gobierno pudiese sobrevivir y desarrollarse. Para o se organizó los cuerpos de milicias, creadas en Buenos Aires durante invasiones inglesas, y transformarlas en cuernos militares permanentes, decir tratar de formar un ejército profesional.

Los siete batallones de Infantería de milicias, ya existentes, fueron organizados en cinco cuerpos de veteranos de Infantería, más una de ‘anaderos una de Castas. Además se creó un cuerpo nuevo: el regimiento destinado a servir permanentemente en Buenos Aires.

Gobiernos posteriores organizaron otros batallones y ampliaron el ejercito, mundo al mismo tiempo las primeras fuerzas navales.

La guerra fue difícil de sostener económicamente, se necesitaban recursos para armamentos, uniformes, cabalgaduras, municiones, textiles, objetos talabartería, ganado.

La forma corriente de obtener fondos fue las contribuciones voluntarias y mayor medida las contribuciones forzosas. La obtención de estos recursos fue una preocupación constante de la Primera Junta y de los sucesivos gobiernos porteños.

Lo que no se podía obtener en el país se importaba, corno textiles para tos informes, armas de fuego y proyectiles.

Buenos Aires surgió una fábrica de fusiles, que llegó a contar con aproximadamente 150 operarios.

Campaña al Alto Perú:

En julio de 1810, Córdoba, había reconocido la autoridad del virrey de Limá y de la audiencia de Charcas, oponiéndose a la junta de Buenos Aires.

Los líderes de la oposición fueron el Intendente Gutiérrez de la Concha, el coronel allende, el obispo Orellana, el ex virrey Santiago de Liniers. Sin embargo. otras personalidades cordobesas como el deán de la catedral Gregorio Fúnes, se manifestaron a favor de Buenos Aires y denunciaron el movimiento contrario a la revolución.

La junta para sofocarlo, envió una expedición de 500 hombres al mando de Ortiz de Ocampo. En Córdoba, los insurrectos fueron fusilados, con la excepción del obispo Orellana, en consideración a su condición de religioso.

Finalizada la contrarrevolución en Córdoba, la expedición se dirigió hacia norte, hacia el Alto Perú, que estaba ocupado por tropas realistas (que respondían al rey de España).

Partió al mando del mayor general Antonio González Balcarce y de Juan José Castelli, como representante de la Junta de Gobierno.

Las principales batallas fueron: un triunfo en Suipacha y la tremenda derrota de Huaqui, con la que se perdió el territorio del Alto Perú. Posteriormente se realizaron otras expediciones para recuperarlo.

Campaña al Paraguay

El gobernador español, don Bernardo de Velasco junto a una asamblea de vecinos, no aceptó la formación de la junta de Buenos Aires de manera que envió una expedición al mando del General Manuel Belgrano para terminar con la resistencia.

Las tropas porteñas obtuvieron el triunfo de Campichuelo y las derrotas de Tacuarí y Paraguarí. Se retiraron del Paraguay, gozando de la consideración de los vencedores. Poco después los paraguayos formarían su propia junta de gobierno: una junta gubernativa que estableció relaciones con Buenos Aires. La frontera paraguaya ya no representaría un peligro.

Campaña a la Banda Oriental

En Montevideo, se hallaba instalada una guarnición naval, única en el territorio del Río de la Plata. El cabildo de Montevideo se pronunció en contra del gobierno porteño convirtiéndose esta región en el ‘enemigo’ mas cercano.

No todos los orientales estaban de acuerdo, ya que en los habitantes de las zonas rurales se manifestaba un fuerte descontento con las políticas adoptadas por el régimen virreinal en la Banda Oriental y conducidos por José Gervasio Artigas se pusieron a disposición de Buenos Aires, para luchar contra el foco realista.

Desde Buenos Aires, en mayo de 1811 , se envió al mando de José Rondeau, que luego del triunfo de Artigas en Las Piedras, sitió a Montevideo hasta octubre de 1811.

Sin embargo, ante el avance portugués sobre el territorio oriental, el gobierno de Buenos Aires negoció con las autoridades de Montevideo el retiro de las tropas porteñas.

Los revolucionarios de Artigas se sintieron defraudados e iniciaron la emigración hacia Entre Ríos, dando lugar a lo que se conoce como el éxodo del pueblo oriental. Artigas se convirtió en el opositor al proyecto de Buenos Aires y conformaría la liga de Pueblos Libres.

De aquí en más, la guerra continuaría, haciéndose cada vez más complicada, puesto que se entrecruzaron conflictos sociales, políticos y económicos; triunfos y derrotas se sucederían. Los gobiernos posteriores debieron cambiar sus estrategias para lograr la ansiada “independencia"
     



domingo, 12 de marzo de 2017

Planeaciones



Planeaciones 2016 -2017 para imprimir (México)










Día del escudo Nacional argentino

El escudo de la República Argentina fue aceptado oficialmente el 12 de marzo de 1813 por la Asamblea General Constituyente de ese año. Aun así, se conservan documentos emitidos por la Asamblea que testimonian que antes de conocerse el decreto que aprobara su diseño ya se empleaba el actual escudo, habiéndose utilizado con anterioridad a este el escudo de armas del Virreinato del Río de la Plata.

A pesar de la ausencia de sanción legislativa, el hecho de que Manuel Belgrano lo usara como símbolo central del gallardete de las tropas emancipadoras consagró el emblema, siendo adoptado por pueblos y gobiernos como símbolo de la nacionalidad argentina.